Aunque la inspiración por sí sola puede llegar a ser algo superficial. En momentos críticos se convierte en el único salvavidas que una persona puede tener, para evocar la grandeza de espíritu que yace sumergida en las profundidades del ser. ¡Y tal vez es lo único que se necesita! Un pequeño impulso que luego, con tenacidad y voluntad férrea sea capaz de oponerse a una mente corriente que busca condenar al individuo a la resignación, el dolor y la amargura frente a la adversidad o pruebas que se enfrentan.
Con la historia que a continuación voy a compartir, y que de igual manera expongo en mi nuevo libro, Liderazgo monarca busco alimentar la grandeza de tu espíritu para que en medio de la tribulación que el mundo está enfrentado hoy día, puedas levantarte como una luz de esperanza y un opositor inquebrantable de las mentes corrientes que son incapaces de ver los caminos nuevos que pueden llegar a construirse.
Kenia es un país donde el 25% de las niñas menores de 15 años ya se encuentran casadas. Por lo general tras su primer periodo, son mutiladas genitalmente, viéndose obligadas a abandonar la escuela para cumplir con los deberes conyugales y de casa. No obstante, Kekenya Ntaiya fue una chica con un gran espíritu que se opuso a las mentes corrientes que la dirigían a terminar casada y con hijos a muy temprana edad. Sin poder escapar del sistema, tuvo la valentía de pedirle a su padre que una vez atravesara por la mutilación le permitiera seguir estudiando con la promesa que se convertiría en la mejor estudiante y que contribuiría de algún modo al bien de su comunidad.
Ntaiya cumplió su promesa. Obtuvo una beca que la llevó a mudarse a los Estados Unidos y se convirtió en la primera mujer profesional con un título universitario en su comunidad. Sobrepasó uno a uno los retos que fueron apareciendo en el camino, su espíritu era más grande que las adversidades culturales, climáticas e incluso de idioma.
A los 24 años de edad fue nombrada como la primera joven consejera del Fondo de las Naciones Unidas para la población, trabajando alrededor del mundo como vocera de la importancia que tiene la educación y el fin de las prácticas culturales en países como del que provenía, donde las niñas se ven afectadas por matrimonios forzosos y mutilaciones genitales.
En el 2009 dio la apertura de una escuela para niñas, albergando a cerca de 155 estudiantes. Donde a través de la educación, tanto ellas, como sus familiares y comunidad en general, reciben información valiosa que les permiten a su vez tomar decisiones más conscientes y correctas. En otras palabras, su gran espíritu la llevó a oponerse a las mentes corrientes, permitiéndole cambiar e impactar positivamente la vida de muchas niñas. Ntaiya continúa trabajando para crear un modelo que pueda ser implementado y replicado en otros lugares del mundo, además de la idea de querer abrir más escuelas donde las niñas puedan ingresar desde muy temprana edad.
Como te imaginarás su labor ha inspirado a muchos, incluyéndome también. Nos recuerda que a pesar de recorrer por caminos difíciles y en algunos casos hasta dolorosos tenemos un poder singular que ningún sistema o persona, nos lo puede arrebatar. El poder de ELEGIR.
– Elegir convertir el dolor en ganancia.
– Elegir tener un espíritu grande vs uno en derrota.
– Elegir crear nuevos caminos cuando el mundo se ha empeñado en cerrarlos.
– Elegir ser responsable de nuestros pensamientos y acciones.
– Elegir construir un carácter sólido día tras día.
– Elegir vida antes de que se marchite nuestro espíritu y alma.