El trabajo social es una vocación que exige no solo conocimientos técnicos, sino también una cualidad fundamental como lo es la empatía, esta no se trata solo de escuchar y comprender las historias de vida de las niñas del Hogar Nuestra Señora del Milagro, sino de establecer conexiones genuinas y plenas. Implica ponerse en los zapatos de los demás, sentir lo que ellos sienten y, lo que es más importante, actuar en consecuencia para ayudar y apoyar de manera efectiva y siempre desde el amor, teniendo la capacidad de comprender cada uno de sus sentimientos.
Esto nos ha permitido establecer vínculos auténticos con las niñas. Más allá de las tareas y responsabilidades, se forjan relaciones basadas en la comprensión mutua y el respeto. Ellas lo demuestran cada vez que nos reciben con una sonrisa en su rostro e incluso con detalles como un dibujo.
Pero, también significa comprender sus experiencias pasadas y presentes, sus sueños y miedos, para ofrecer un apoyo integral y personalizado que aborde sus necesidades individuales. Esto nos lleva a trabajar la resiliencia, cuando sienten que alguien se preocupa sinceramente por su bienestar, están más dispuestas a superar adversidades y trabajar hacia un futuro mejor.
Desde el comienzo, se realiza la creación de un entorno seguro y amoroso. Las niñas saben que están rodeadas de personas que las comprenden y se preocupan por su felicidad y desarrollo. A medida que experimentan la empatía en su vida cotidiana, aprenden a ser empáticas con los demás, lo que contribuye a la formación de ciudadanas responsables y compasivas, todo esto llevado de la mano con el amor y la comprensión.
En el Hogar Nuestra Señora del Milagro, la empatía es el alma de la misión. Va más allá de las palabras y se manifiesta en acciones cotidianas que marcan una diferencia profunda en las vidas de las niñas. Es la fuerza que construye relaciones significativas, brinda apoyo integral y fomenta la resiliencia. Es la esencia de un entorno seguro y amoroso en el que las niñas pueden crecer y prosperar. Y es el legado que estas niñas llevan consigo, inspirándolas a ser compasivas y empáticas con los demás en su camino hacia un futuro más brillante.