Desde el punto de vista del trabajo social , se reconoce la relevancia de estas habilidades emocionales desde edades tempranas para el bienestar psicosocial y la prevención de posibles problemas de conducta en el futuro. Manejar las emociones durante la infancia es un aspecto general del desarrollo de los niños. En este artículo, exploraremos la importancia del afrontamiento en los niños desde varios ángulos en el campo laboral.
La capacidad de gestionar adecuadamente las emociones propias durante la infancia tiene profundas implicaciones para el desarrollo socioemocional de los niños. Como señala Daniel Goleman, psicólogo y autor de Intelligence, “ la capacidad de reconocer, aceptar y gestionar las propias emociones, así como las de los demás, es esencial para la salud mental y la salud social. problemas.»
En esta perspectiva , el trabajo social enfatiza la inteligencia emocional desde una edad temprana para relaciones saludables y una adaptación positiva al entorno. Manejar las emociones durante la infancia también está estrechamente relacionado con la prevención de problemas de conducta. Según Marc Brackett, director del Centro Emocional de Yale, «los niños que no tienen las herramientas para regular sus emociones tienen más probabilidades de sufrir perturbaciones en clase y de enfrentarse a dificultades». en sus relaciones interpersonales.
En este sentido, el trabajo social adopta un enfoque que brinda a los niños herramientas y apoyo para promover una gestión saludable de las emociones. La gestión emocional durante la infancia no sólo está vinculada a prevenir problemas, sino también a promover el bienestar psicosocial. Según Joan Tronto, destacado teórico del trabajo social , “la gestión de las emociones contribuye a la construcción de identidades fuertes y resilientes, lo que promueve el desarrollo de una autoestima positiva y capacidad para afrontar los desafíos de la vida.
Desde este punto de vista , el trabajo social consiste en fortalecer las habilidades emocionales de los niños a través de intervenciones que fomenten una expresión emocional saludable , la empatía y la resolución constructiva de conflictos.
En resumen, la gestión de las emociones en la infancia es un área de intervención fundamental para el trabajo social, Reconocer y gestionar las emociones desde temprana edad no sólo previene problemas de conducta sino que promueve el bienestar psicosocial y contribuye al desarrollo de habilidades para una vida sana y satisfactoria A través de programas y estrategias diseñadas específicamente para fortalecer la inteligencia emocional de los niños, el trabajo social juega un papel crucial en la creación de entornos que promuevan el desarrollo futuro de los niños.