En un mundo donde la inmediatez parece ser la norma y la gratificación instantánea se encuentra a la vuelta de cada esquina, el valor de la paciencia se vuelve más relevante que nunca. En nuestro libro «Construyendo Líderes Monarca – valores que me identifican», encontramos una fuente invaluable de enseñanzas que no solo impactan a los niños beneficiados por la fundación, sino que también resuenan como recordatorios poderosos para todos nosotros. Entre estos valores se erige la paciencia como un pilar fundamental para alcanzar el éxito y la plenitud en la vida. A través de cuatro momentos especiales, conducimos a los niños a la lectura, reflexión, el juego y por supuesto la práctica.
La paciencia, entendida como la capacidad de sobrellevar las dificultades y esperar con calma y perseverancia el momento adecuado, es un rasgo de carácter que puede transformar la manera en que enfrentamos los desafíos y las metas. Los niños, en su naturaleza curiosa y enérgica, pueden aprender a cultivar esta virtud desde una edad temprana gracias a la orientación que brinda «Construyendo Líderes Monarca». El libro no solo narra historias inspiradoras, sino que también desentraña la importancia de dar tiempo al tiempo y confiar en el proceso. Además que es un excelente elemento para crear fuertes relaciones entre los niños y sus padres, cuidadores y/o maestros.
Una de las lecciones centrales que podemos extraer del libro es que las grandes cosas toman tiempo. Al igual que una mariposa monarca atraviesa un proceso de transformación para lograr hacer esa hazaña tan extraordinaria, y que comparto en detalle en mi libro “El viaje de la mariposa monarca”, los logros significativos en la vida requieren dedicación y persistencia. Los niños que participan en la fundación tienen la oportunidad de entender que no todos los resultados son instantáneos y que, a veces, es necesario invertir tiempo y esfuerzo para cosechar recompensas duraderas. Para interiorizar este mensaje, en el taller realizado con los niños del Comedor Jesús Niño, les pedimos que hicieran bolitas de papel, que luego serían parte de la decoración de un caracol. Fue bastante interesante el ejercicio porque los patrones naturales de cada niño salen a flote, y es justo allí donde podemos intervenir.
La narrativa del libro también resalta cómo la paciencia está intrínsecamente ligada al proceso. Cada valor de los que se encuentran en Construyendo Líderes Monarca, cuenta una historia en la que los personajes enfrentan desafíos y obstáculos, pero en lugar de rendirse ante la frustración, perseveran. Estas historias reflejan la realidad de la vida: no siempre todo sale como se planea, pero con paciencia, se puede superar incluso la adversidad más difícil. Los niños aprenden que cada paso en el camino tiene su propósito y contribuye al crecimiento personal y a la consecución de objetivos.
Además, vale la pena recordar que la paciencia no es una mera espera pasiva, sino una oportunidad para desarrollar habilidades y conocimientos. Así como un monarca adquiere sabiduría y experiencia durante su reinado, los niños también pueden adquirir valiosas lecciones mientras transitan por su viaje. Aprender a esperar brinda el espacio para adquirir nuevas destrezas, ampliar la comprensión y desarrollar la resiliencia emocional.
Algunas de las herramientas prácticas que proporcionamos para cultivar la paciencia incluyen la atención plena y la gestión del tiempo. La atención plena, o mindfulness, enseña a los niños a estar presentes en el momento, aceptando las circunstancias tal como son. Esto ayuda a reducir la impaciencia y a enfocarse en el aquí y ahora en lugar de preocuparse constantemente por el futuro. Además, el aprendizaje de la gestión del tiempo permite a los niños comprender cómo la planificación y la organización pueden contribuir a un proceso más efectivo y menos estresante.
En última instancia, «Construyendo Líderes Monarca» demuestra que la paciencia entre otros valores, es una virtud que trasciende la edad y tiene aplicaciones en todos los aspectos de la vida. Los valores inculcados a través de este libro no solo benefician a los niños en la fundación, sino que también son recordatorios valiosos para adultos en un mundo que a menudo exige resultados instantáneos.
Para concluir, vale la pena recordar que pese a que nuestras enseñanzas van dirigidas a los niños, somos nosotros los adultos quienes debemos recordarnos aun más del proceso que debemos cultivar.. Hoy por hoy, gracias a las distintas historias y enseñanzas de «Construyendo Líderes Monarca», los niños tienen la oportunidad de comprender grandes valores, y reconocer que las grandes cosas toman tiempo y que el proceso es tan valioso como el resultado final. Este libro no solo moldea líderes monarcas en formación, sino que también nos recuerda a todos nosotros la importancia de abrazar la paciencia en nuestro viaje hacia el éxito y la realización personal.
Somos transformados para transformar.