«Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder.» John Quincy Adams. Qué mejor manera de iniciar que con esta frase, así es, una de las grandiosas características de un líder es inspirar a los demás a crear, a surgir, a aprender y la mejor manera de hacerlo es con el ejemplo.
Un líder tiene la capacidad de ser innovador, creativo, perseverante, transformador y muchas cosas más, al igual que la mariposa monarca, la cuál emprende un viaje para poder llegar a su destino, durante esa travesía la mariposa se transforma y se reinventa logrando así su cometido y no solo llega a su destino, sino que emprende un viaje de vuelta. Esto es algo clave, es importante no perder nunca de vista nuestro horizonte, nuestras metas, nuestra finalidad como persona, nuestro propósito de vida, sin olvidar de dónde venimos, cómo comenzamos y qué hemos hecho para llegar allí y lo más importante sin pasar por encima de nadie o lastimarlos en el proceso.
Resulta relevante impartir el concepto de liderazgo en las comunidades, grupos o individuos y si lo fusionamos con las cualidades de las mariposas monarca o bien sea lo que las caracteriza, se puede llegar a crear líderes monarca, que se reinventan a diario, que no desfallecen sino que por el contrario crean y se adaptan día a día a diferentes obstáculos que la vida se encarga de poner en el camino, volviéndose más fuertes, más poderosos, más inteligentes, que dan ejemplo a los demás, que ayudan a crecer a los demás sin crear ninguna jerarquía, es un concepto bastante emotivo y con mucho significado que vale la pena impartir a todas las personas, creando no solo mejores seres humanos, sino más humanos en todo su sentido.
Durante este tiempo que he estado compartiendo con las personas que hacen parte de la fundación, he podido darme cuenta de todo el trabajo tan maravilloso que se ha realizado con ellos y el amor y la pertenencia con la que acogen el sentido y el propósito de la fundación. Me siento más que agradecida por cruzarme con grandes personas que día a día me ayudan a formar y forjar mis principios, mi razón de ser y me motivan a diario a aportar un granito de arena para mejorar la sociedad en la que vivimos.
Al impartir los diversos conocimientos con los participantes de la fundación, no solo aprenden ellos, sino que también aprendo yo de ellos, todos somos diferentes y únicos, todos tenemos algo grandísimo que aportar a los demás y entre todos podemos ser mejores personas.